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Como robar un millón y...(1966) La elegancia hecha cine.

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         El origen de esta película se remonta diez años atrás, cuando el director William Wylerpiensa en rodar una nueva comedia que utilizara a la pareja protagonista de “Vacaciones en Roma”, Gregory Peck y Audrey Hepburn. Para ello pensó en adaptar un breve relato de George Bradshaw, que cuatro años antes había creado la historia que dio pie a la magnífica “Cautivos del mal” de Minnelli. Se pensó titularla “Venus rising” tras lo que          Wyler buscó los servicios de un nuevo genio cinematográfico llamado Stanley Kubrick para desarrollarla cinematográficamente.
         Al final el proyecto no llegó a buen puerto y estuvo en barbecho durante una década hasta que finalmente el veterano director se decidió a darlo forma, buscando a Harry Kurnitz para que se ocupara del guion. Kurnitz que llevaba un cuarto de siglo escribiendo guiones, había dado lo  mejor de sí mismo en los últimos años, colaborando en filmes tan exitosos como “Testigo de cargo”, “Hatari” y “El nuevo caso del inspector Clouseau”,generalmente considerada como la mejor de las películas de la Pantera rosa. Una saga de filmes que unían humor, intriga detectivesca y que reflejaban a la perfección la nueva década de los sesenta.
 
         “Como robar un millón y…” sigue sin duda esa nueva ola de producciones, cuyo mejor exponente es precisamente otro título protagonizado por  Audrey Hepburn “Charada”. Si en las películas de Edwards y Donen, era Henry Mancini el encargado de poner la música, en esta ocasión Wyler decidió apostar por un joven compositor que sería uno de los más importantes en las siguientes décadas John Williams. El carácter burlesco con que dibujó la partitura, fue del agrado de Wyler, con el que colaboró estrechamente.
 
 
         Otro de los puntales de la exquisita producción, fue la magnífica dirección artística de Alexandre Trauner. Con una brillantísima carrera a sus espaldas, participando en los mejores filmes de autores tan dispares y geniales como Marcel Carné y Billy Wilder, aquí creo el interior del inexistente museo Kleber-Lafayette, una de sus obras cumbres. Inspirado en el museo Jacquemart-André, el decorado fue erigido en los estudios Boulougne-Billancourt. Se cuenta que utilizó a conocidos falsificadores para que recrearan las diferentes obras de autores clásicos y contemporáneos, que el ficticio museo exhibe. Como exterior del museo se  utilizó la entrada del Museo Carnavalet parisino.
 
         Si en su anterior comedia, Roma había sido otro personaje más, aquí fue París quien tomaba el relevo. Aunque no dispuso de las facilidades con que había contado para rodar en la ciudad eterna, buena parte del París de la época puede apreciarse bajo la elegante lente del cámara  Charles Lang. En este excelente blog pueden verse con detenimiento las diferentes localizaciones de la película: http://movie-tourist.blogspot.com.es/2014/04/how-to-steal-million-1966.html.
 
 
 
 
         A todo ello se reunió un excelente reparto, que se hallaba en su mejor momento. La ya aludida Audrey Hepburn que seguía en el proyecto, había conseguido éxitos tan rotundos como “Desayuno con diamantes, Charada y My fair Lady” volviendo por quinta vez a rodar en la capital francesa. Peter O´Toole era por fin un galán más joven que ella. Nacido cuatro años antes, se hallaba en la cúspide de su fama tras protagonizar la épica epopeya de David Lean“Lawrence de Arabia”. Se han vertido ríos de tinta sobre la poca complicidad de la pareja en el filme, yo personalmente no estoy de acuerdo con esa afirmación, creo que su actuación es deliciosa y equilibrada pero para gustos los colores.
 
 
 
         Rodeando a la pareja, unos estupendos secundarios, comandados por Hugh Griffith. El actor galés ha pasado a la historia del cine por dos papeles memorables, el Jeque Ilderín de “Ben-Hur” y el lascivo “Squire Western” en Tom Jones. Aquí interpreta al amoral padre de Hepburn, un brillante falsificador que acepta a regañadientes dejar su lucrativo oficio. Otro destacado es Eli Wallach, recientemente desaparecido y que se hizo inmortal gracias a su colaboración con Sergio Leone. Aquí lo vemos haciendo gala de su vis cómica, algo menos habitual. También destacaría la intervención de Fernand Gravay, en la década de los treinta, galán del cine francés, que en Hollywood interpretó a Johan Strauss en "El gran vals”. Un actor galo mucho más popular Charles Boyer también tiene una pequeña intervención.
 
 
 
 
         Poco apreciada por la crítica y con una tibia acogida por parte del público, “Como robar un millón” aunque diste de ser la comedia perfecta, con un ritmo que no acaba de ser redondo, sigue siendo un estupendo divertimento, elegantemente realizado y con unos magníficos actores,. Y sobre todo está Audrey Hepburn esa maravillosa criatura, maravillosamente vestida por Givenchy.
 
 
 
 
 
 

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